HUMO SAPIENS

HUMO SAPIENS II (CD Music/ Pinocchio) -myspace.com/humosapiens- Humo Sapiens vuelve a la carga con su segundo disco –'II'- siguiendo su estela de Rock'n'Roll toledano. Como ya sabrá más de uno, fue formado por los componentes de dos bandas legendarias del Rock manchego: Ave de Paso y Subterráneo. Se presentaron en 1999 con su anterior disco, 'Cromosoma 48', con el que dejaron bien claro su estilo y cuál iba a ser su sonido; es decir, simplemente Rock'n´Roll, sin complicarse, lo cual no significa que sus temas sean simples. Vuelven después de unos años de silencio con temas que tienen mucha miga y calidad, hechos por músicos con muchas tablas y una experiencia rockera tras ellos considerable. Sus letras nos hablan de historias sobre la vida diaria, sobre decepciones, momentos malos y buenos, ganas de irse de juerga y de mandar al jefe al vertedero… Situaciones de todo tipo sobre las que es fácil sentirse identificado. También se centran en el animal primitivo que llevamos dentro, dejándonos caer que demos rienda suelta a nuestros instintos y que rompamos las cadenas que nos oprimen. Este segundo trabajo de sencillo título está repleto de buenos ritmos de Rock puro con los punteos salvajes y bien conocidos ya de Nito y de Carlos, cosa que se agradece. Hay temas en los que se notan guitarras más cañeras, como en 'Humo sapiens' o en 'No soy de nadie', y otras en las que se ven pinceladas de Jazz como en 'Tocar por tocar'. César mantiene esa voz tan suya, que le da personalidad al grupo, más melódica y trabajada de lo esperado para un grupo de RnR español, que, sin embargo, encaja estupendamente con el estilo propio que ha fabricado la banda. Charly en el teclado le da a las canciones, como en 'Acedecé', un cierto toque ochentero, recordando quizás a las melodías de Dire Straits. Adolfo, bajista, y José, batería, llevan la base del grupo a ritmo de metrónomo introduciendo genialidades de ritmo, sobresaliendo sobre todo en la canción 'Tocar por tocar'. En definitiva, Humo Sapiens siguen igual de rebeldes y canallas sin caer en la monotonía y sin intoxicarse, fieles a su estilo. Rodrigo Trigo