ÑU
Y nadie escapó de la evolución
(Indep.)
La historia de cómo llegó a publicarse este disco (vinilo) es tan rocambolesca que algún día descubriremos los entresijos de un hallazgo arqueológico-musical de tal calibre. Sólo aventuramos que existe una cueva de Alí-Babá donde documentos de este tipo se acumulan en un encantador desorden. Quienes conocen las palabras mágicas que abren semejante santuario salivan ansiosos cada vez que se topan con un incunable como el que nos ocupa. ¿Quién dijo que estaba todo escrito en la historia del Rock español? Alguien ha descubierto una veta… y atentos a la extracción de las próximas gemas. Para empezar, algunos aún se están frotando los ojos ante lo que supone la primera grabación conocida de Fresa, el primer eclipse de esos Jekyll y Hyde que son Rosendo y José Carlos Molina. En 1975 se les escucha versionar a Ray Charles y servir de base a un tema de Kurt Savoy (¡el rey del silbido!), mientras que un año después registran en los estudios Audiofilm sus primeros temas, ya como Ñu. Impresiona escuchar berrear en inglés al Molina en las dos partes de la inédita ‘Satisfacción’ (primero ‘Chiqui Blues’ y luego ‘Chiqui Rock’). Ya en 1977 nos volvemos a topar con el iracundo Molina en un festival celebrado en San Sebastián de los Reyes. “A mí con tretas”, masculla mientras trata de extender el tiempo pactado. Menos mal que por lo menos antes había tocado ‘El tren’, ‘El tablero de ajedrez’ y un medley compuesto por ‘La explosión del universo’, ‘Que nadie escape de la evolución’ y ‘La fiesta de los muertos’. ¿Quieren más? ¡Si hasta tenemos el primer y hasta ahora inédito logo de Ñu en la galleta.
Leonardo Cebrián Sanz
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