+ DISCOS

por Leonardo Cebrián Sanz

CRYING BLOOD - Animae damnatae (Xtreem).- Si el Metal Extremo de estos pagos quiere encontrar su camino, lo primero que debe hacer es empezar por el idioma. Crying Blood lo han entendido y ya elaboran en castellano algunas letras que se dirían extraídas del Antiguo Testamento, pero que Zapatero jamás leería en el Desayuno de la Oración. Los de Alcalá de Henares (Madrid) tiran mucho de teclado para recrear una ambientación a ratos oscura y tristona/ depresiva y a ratos romántica y nostálgica. Incluso llegan a inspirarse en un poema de Gustavo Adolfo Bécquer para reescribir “Los renglones torcidos del yo”. Así es el alma torturada y oculta de estos cinco tipos de maquillajes y nombres imposibles: Delicardes (voces), Vael (guitarras), xTro (bajo), Kaevar (batería) y Agares (teclados).

E-WAY – Handmade (Indep.).- La música Electrónica dejó de estar entre nuestros demonios particulares cuando grupos como Ministry o Fear Factory enseñaron que el “malo malísimo” tenía también su lado cañero. E-Way nos lo vuelve a poner difícil, aunque sólo porque su música es más suave y bailable de lo que nos gustaría. Voz + guitarra + bajo + batería +… ¡percusión! Le han echado unos buenos bits al prescindir del esclavista teclado y las pistas. ¡Pero un heavy no baila de izquierda a derecha, sino de arriba abajo!

ENDERROCKS - El meu nom és l’oblit (Indep.).- Ahora que España ha ganado el Mundial y todos nos sentimos tan orgullosos y unidos, deberíamos relajarnos un poco y empezar a disfrutar de los sonidos duros en las otras lenguas del Estado. Sugiero para empezar este segundo disco de un quinteto de limpio y melódico Heavy Rock en valenciano. Muy accesible y hasta potencialmente comercial. Hacen una versión de ‘Boig per tu’ de los catalanes Sau, algo así como ‘L’estaca’ de Llach para la generación criada en los noventa.

KRONNEN - Salto al vacío (Indep.).- Inevitable relacionar Kronnen (por ‘Historias del Kronen’) con ‘Salto al vacío’, dos de las películas españolas de los noventa que desde distintas ópticas abordaron el tema de la juventud nihilista y radical. Y ciertamente, mucho de generacional hay aquí. Dicen que en los 2000 no ha habido ningún aporte cultural que trascienda. Y no es cierto, porque por lo menos en nuestro negociado sí que ha dejado huella ese Metal poético y sentimental tan pautado y contenido. Esta banda granadina encajaría muy bien como telonera de los renacidos Sober.

 

LA BURLA – Rock & Roll (1985-2000) (Fak).- Qué injustos hemos sido siempre los medios centralistas con el Rock periférico que nació en tiempos de la movida. Unas veces fue por desconocimiento puro, como es el caso de este grupo cántabro al que la sombra de Los Deltonos siempre ocultó. Sin salir de su tierra, La Burla acredita una maqueta, seis recopilatorios compartidos, cinco discos propios en estudio y uno en directo. Esta edición de sendos recopilatorios con material en CD y DVD pone en su sitio el legado y la historia de una banda con mucho arraigo y seguimiento local. Rock and Roll divertido y en paños menores, muy stoniano, “siniestril” de Vigo y “tequilero” de Madrid (sí, sí, de los Tequila de Ariel Rot). Conforme fue transcurriendo el tiempo, su Rock “bufo” se hizo algo más serio, mientras se cogía de la mano de AC/DC, Burning y Doctor Explosion. Mucha guasa sobre el escenario, donde solían actuar disfrazados o semidesnudos.                              

 

SILIKONAY - ¡Ke pasa akí! (Indep.).- Si la cultura oficial lo fuera de verdad, las universidades de verano deberían atreverse a dar el salto a la realidad de la calle y programar seminarios del siguiente tenor literal: “Pasado, presente y futuro del Rock Urbano estatal”. En él se podría analizar el curioso fenómeno de grupos como Silikonay, que han empezado a cantar en euskera con los mismos patrones de Reincidentes, Boikot, Envidia Kotxina y demás grupos fundamentales del Rock de pañuelo palestino. Imprescindible para estudiosos del fenómeno.