Walter Giardino, Adrián Barilari y compañía vuelven a la carga con un disco de puro Rock, sin aditivos ni conservantes, Rock con mayúsculas, súper cuidado y elegante a cargo de unos clásicos en la materia, que vienen a perfumarnos con las mejores esencias que ya destilaron Rainbow allá por los ochenta.
Como los desheredados que tienen que reconquistar su reino, con esa rabia entre dientes ante la mediocridad reinante que a todos nos consume, el quinteto argentino tira de escuela y pone los puntos sobre las íes, gracias a composiciones tan punteras y necesarias como ‘El reino olvidado’, ‘71-06 (endorfina)’, ‘El círculo de fuego’, ‘Diario de una sombra’, ‘El guardián de la luz’…
Vitaminas para nuestro cerebro son estas líneas melódicas de guitarra y teclado, y estas frases musicales tan bien hilvanadas. Como ya hicieran Blackmore y compañía en tonadas exquisitas como ‘Stone cold’ o ‘Street of dreams’, aquí encontramos las respuestas homónimas y su tradición simultánea en perlas como ‘Talismán’ y ‘Un día más, un día menos’, o el precioso instrumental ‘Madre Tierra’ (a la altura de los mejores Y&T).
Si te gusta el Rock clásico, este disco te atrapará. ‘Si eres hijo del Rock’, no podrás parar de escucharlo. ‘El reino olvidado’, como los grandes álbumes de antaño, nace con vocación de perdurar en el tiempo, frente a modas caprichosas y gilipolleces varias.
Fran Llorente
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