Disco debut de este cuarteto de Mataró
(Barcelona), que no se ha cortado un pelo en entrar pisando fuerte pese a ser
unos prácticos desconocidos en la escena del Metal español. Ellos mismos
definen su ecléctico estilo como "Metal (Alternative/ Progressive/ Southern/
Thrash), Hard Rock", toda una sana provocación para aquellos críticos que
tendríamos complicada su ubicación en una u otra etiqueta cerrada. Yo por mi
parte me aventuro a decir que lo que hacen es Sleazy Groove con bigotes y
barbas en las antípodas de las que lucen
hipsters. Sus poblados mentones están mojados por un sudoroso sonido de
taberna de casco antiguo. El cuarteto encaja como un guante en ese tipo de club
en el que clientes y artistas invitados comparten el desfogue a conciencia.
Aerial Blacked cuenta con un EP previo
publicado a finales de 2013, un año después de su fundación. Aquella primera
grabación, disponible en descarga gratuita desde su web, vino acompañada del
videoclip ‘Fucking machine’.
El grupo
se estrena en el formato largo con una interesantísima grabación de doce
pistas, que habría aumentado en contundencia e intensidad si no hubieran
querido aprovechar hasta el último minuto disponible de su compacto. No hay
nada de malo en ello, pero es una opción arriesgada para un primer disco. Lo
que habría resultado entonces un auténtico y agotador cañonazo muta aquí en un
registro extendido de lo que se presume un directo muy técnico y con partes
diferenciadas en cuanto a su densidad e impacto inmediato.
A pesar de la osadía la apuesta
les sale bien, porque 'Breaking stones' le da un repaso a todo lo bueno de ese
Metal de fogoso tatuaje que cada vez gusta más a las nuevas generaciones de metaleros sin prejuicios. Frente a la
adicción al WhatsApp, una buena dosis
de Aerial Blacked te vuelve a pegar los pies al suelo de lo más primitivo y
salvaje que tiene el Rock, ese desahogo que te deja sin fuerzas cada vez que terminan
canciones como el single y tema inicial ‘The radar’ o las más accesibles ‘Rock
& pain’ o ‘Gasoline’.
La producción del disco es excelente, aunque algo
monocorde. Frente a esa tara, la banda responde con la imaginación de un
interludio central en el que suenan cello,
sitar, violín y teclados, o varios
temas que oscilan entre los seis y nueve minutos. Rotundos riffs, atmósferas densas y una base rítmica de camión de muchas
ruedas hacen el resto. ¿Quién dijo miedo?
Aerial
Blacked se maneja ya con una profesionalidad poco frecuente en el saturado
mundo del Metal español de última generación, donde lo que falta es público y
lo que hay de sobra son excelentes formaciones como ésta. Lo van a tener duro
para sobresalir, pero ojalá encuentren su lugar y puedan telonear a grandes
nombres internacionales a los que dejar en evidencia, je, je…
Que canten en inglés es también lo de
menos, porque ahora cualquier escáner bueno te digitaliza las letras y de ahí
al traductor del Google sólo hay un paso. Qué tiempos aquellos en que había que
tirar de diccionario para sacar las letras de nuestros grupos anglosajones
favoritos. Mira, para eso sí que no soy nada nostálgico…
Leonardo Cebrián Sanz
0 comentarios:
Publicar un comentario